Dando Caña | 18/04/24

Publicado:

Pepe, un jubilado de 81 años, se enfrentó a una situación de amenaza directa a su integridad física al encontrarse con un hombre armado con una motosierra en su propiedad. El miedo y el pánico son emociones naturales ante una situación de este tipo, y su reacción, aunque desencadenó en la muerte del intruso, puede entenderse como un acto de legítima defensa. Sin embargo, la justicia ha determinado que su respuesta fue desproporcionada y le ha condenado a dos años y medio de cárcel. En el caso de Jesús, se encontró en una situación de peligro inminente al descubrir que su casa estaba siendo incendiada y que había individuos fuera de su propiedad que estaban amenazando su vida. Su reacción de intentar defender su hogar y evitar un desastre mayor parece justificada, pero la justicia también ha determinado que su acción fue desproporcionada, resultando en la muerte de uno de los intrusos, y le ha condenado a 2 años y siete meses de cárcel.
En ‘Dando Caña’ hemos analizado hasta qué punto una persona puede actuar en legítima defensa, las últimas declaraciones del candidato de EH Bildu a lehendakari, las últimas informaciones del ‘caso Koldo’ y los datos más recientes sobre natalidad.

Dando Caña | 18/04/24

Título
Dando Caña | 18/04/24
Copyright
Publicado

flashback