El ferrolano Manel López Teijeiro pescó en Cariño un sargo de 7,89 kilos: «Nunca había visto nada igual»

Manel López Teijeiro nació en Ferrol hace 44 años, pero por sus venas corre sangre de Cariño: «Mis padres, mis abuelos y mis suegros son de allí y yo me considero más de allí que de ningún sitio». Aficionado a la pesca submarina desde los 16, el domingo por la mañana se equipó y salió a pescar solo (normalmente va con su hermano) y sin embarcación. Entró al agua desde tierra en una cala próxima a San Xiao. A los veinte minutos de estar «aleteando» observó «algo muy grande en una cueva»: «Me impresionó, pensé qué sería semejante bicho, y mientras me quedé pensando se me escapó... era el sargo de mi vida». En este deporte, sentencia, «no puedes dudar». Lección aprendida.

«Parecía una jornada de pesca tranquila, sin previsión de coger gran cantidad», cuenta. En el picapeces llevaba un sargo y un salmonete, un botín discreto. «Pero cuando iba ya de vuelta, volví a ver algo metiéndose entre unas algas, me pareció que era el mismo sargo, vi que se escondía y esta oportunidad no podía perderla, piqué para abajo y ahí estaba... disparé el fusil y ni siquiera lo metí en el picapeces porque estaba a unos 20 metros de tierra, lo aguanté en la varilla», relata. Hasta lo que lo pesó no fue consciente de la proeza: 7,890 kilos.

Buscó referencias de algo similar y encontró el ejemplar capturado por Ezequiel Orosa Sande, vecino de Ortigueira, en Estaca de Bares (Mañón) en junio de 2017: 7,6 kilos, el más grande del mundo (hasta entonces) según la European Spearfishing Records Association, el organismo encargado de validar las capturas excepcionales en territorio europeo, y, por IUSA e IBSRC, las entidades habilitadas para ello a nivel mundial. El de Manel casi le saca 300 gramos a aquel. Ni él ni su suegro, que fue al mar toda la vida, habían visto nunca nada igual.