Ven, Sígueme con Pepe Valle | 1 Corintios 8–13 | Vosotros sois el cuerpo de Cristo.
"En los tiempos de Pablo, Corinto era un próspero centro de intercambio comercial cuyos habitantes provenían de todo el Imperio Romano. Habiendo tantas diferentes culturas y religiones en la ciudad, los miembros de la Iglesia de Corinto tenían dificultades para mantener la unidad, por lo que Pablo procuró ayudarles a encontrar unidad en su creencia en Cristo. Dicha unidad debía ser más que una simple coexistencia pacífica; Pablo no les pedía solamente que tolerasen las diferencias que había entre ellos. Más bien, les enseñó que, cuando nos unimos a la Iglesia de Jesucristo, somos “bautizados en un cuerpo” donde cada miembro de este es necesario (1 Corintios 12:13). Cuando se pierde un miembro, es como perder una extremidad, lo que resulta en un cuerpo debilitado. Cuando un miembro sufre, todos debemos sentirlo y hacer nuestra parte para aliviarlo. En este tipo de unidad, no solo se reconocen las diferencias sino que se valoran, porque si no hubiera miembros con diversos dones y capacidades, el cuerpo estaría limitado. Bien sea que en la Iglesia usted siempre se haya sentido como en su casa o que se pregunte si realmente pertenece a ella, el mensaje de Pablo para usted es que la unidad no es la uniformidad. Usted necesita la compañía de los santos y ellos le necesitan a usted."
Ven, Sígueme con Pepe Valle | 1 Corintios 8–13 | Vosotros sois el cuerpo de Cristo.